Llega el verano, suben las temperaturas en el Sur de España. Todavía hay muchas buenas oportunidades para observar aves, pero debes salir temprano en la mañana si quieres disfrutar de un paseo agradable. El sábado pasado decidí visitar las Marismas de Cetina en Puerto Real en la provincia de Cádiz. Había leído sobre la gran variedad de aves que hay y no me decepcionó.

Para llegar a las marismas hay que atravesar primero una zona de bosque, donde a primera hora de la mañana cantan muchos verderones y ruiseñores. Podría haber conducido hasta la puerta de las marismas, pero preferí ir a pie para disfrutar de un concierto matutino.
El día anterior había llamado para pedir información a Atlántida Medio Ambiente al número 6737766136. Siempre que vayas a pie no necesitas permiso especial para visitar las marismas, sólo lo necesitas si quieres entrar en coche, lo cual creo que es absolutamente innecesario. La distancia es de sólo unos pocos kilómetros y si caminas no molestas tanto a las aves como lo harías en coche.
Fui testigo de un verdadero espectáculo. Había visto una enorme bandada de avocetas, unas doscientas aves. Mientras caminaba escuché mucho ruido proveniente de la pequeña isla donde tenían su área de reproducción. Un milano negro se había atrevido a acercarse mucho y pronto fue ahuyentado por decenas de avocetas. En una situación uno contra uno, una avoceta no es rival para un milano negro, pero decenas de pájaros furiosos son un espectáculo realmente impresionante y lograron que el ave rapaz se fuera a otra parte.


Después de un rato, vi un precioso charrancitoo, un pájaro cuya aerodinámica es tan perfecta que me recuerda a un avión de combate.

Hablando de aviones de combate, había un helicóptero militar español haciendo maniobras a muy bajo nivel. Me pregunto por qué tuvieron que elegir este lugar. Estuvieron allí durante al menos veinte minutos, volando en el mismo patrón.

Me alegró de que también hubiera unos cuantos chorlitejos patinegros.

A lo largo del camino vi una veintena de canasteras, una especie que nunca había visto antes.

También fue la primera vez que vi una garza imperial.

Las temperaturas empezaron a subir pronto. Sin embargo, en una mañana de principios de primavera, uno podría fácilmente pasar varias horas caminando u observando desde uno de los hides cerca del agua.


Cerca del lugar donde descendió el helicóptero había una torre en la que una cigüeña había instalado su nido. Pude fotografiarlo desde lejos y noté un polluelo dentro del nido.




Este es un lugar muy interesante, especialmente en épocas de migración. De fácil acceso y fácil aparcamiento. ¡Muy recomendable!
Bình luận