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Anillar al atardecer en los humedales de Mesas de Asta

  • 18 jun
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 22 jul

Bajo la suave luz del atardecer, los humedales de Mesas de Asta (Jerez de la Frontera) se convirtieron en el escenario de una actividad tan técnica como emocionante: el anillamiento de aves. Formé parte de un grupo de voluntarios (entre ellos miembros del proyecto Limes de la SGHN), técnicos y aficionados que nos reunimos allí con un objetivo común.



Paisaje tranquilo de una laguna con matorrales y cielo nublado.
Haza de la Torre

Grupo de personas de pie en círculo sobre suelo seco junto a una laguna.


El punto de encuentro fue una zona conocida como Haza de la Torre. Tuve la oportunidad de hablar con José Cabral, especialista técnico en biodiversidad, quien me explicó más sobre la actividad, el valor ecológico del lugar y las especies que anillamos.



José Cabral, especialista técnico en biodiversidad
José Cabral, especialista técnico en biodiversidad


Trabajamos con dos especies amenazadas: la gaviota picofina (Chroicocephalus genei) y la pagaza piconegra (Gelochelidon nilotica). A través del anillamiento, se obtiene información muy valiosa para la conservación. Según explicó José, la frecuencia del seguimiento depende del grado de amenaza de cada especie. Algunas, como el ibis eremita (en peligro crítico), son monitoreadas todos los años. Otras especies que requieren atención especial son la malvasía cabeciblanca, la cerceta pardilla y la focha moruna.



Pero también es esencial seguir de cerca a las especies menos amenazadas, para detectar a tiempo cualquier signo de declive y evitar que lleguen a situaciones críticas. Por eso, iniciativas como esta cobran tanta importancia.



Huevos moteados en primer plano, uno de ellos con un agujero y un pico emergiendo.
Un pájaro está a punto de nacer

Huevos moteados en un nido de ramas secas; uno roto y otro intacto. Ambiente natural, tonos marrones y mensaje "birdwatchcadiz.com".
Un huevo justo después de la eclosión



Polluelo marrón entre ramas secas y piedras, con plumón esponjoso y pico naranja.
Tuvimos que tener mucho cuidado de no pisar a las crías


Un polluelo marrón con pico naranja descansa entre plantas verdes.
Polluelo de pagaza piconegra


El lugar donde estábamos alberga una de las mayores colonias reproductoras de gaviota picofina de Europa, y la mayor de toda España. En años secos, cuando escasean los hábitats adecuados, estas aves se agrupan aquí porque siempre hay agua disponible. También se concentran hasta mil parejas de pagaza piconegra, creando un verdadero espectáculo natural.


Bandada de aves volando en un cielo azul claro.
Cientos de pájaros adornan el cielo


Una de las cosas que más me llamó la atención fue que muchos de los polluelos capturados presentaban signos de debilidad: algunos tenían un ojo infectado o mostraban aparentes malformaciones. José explicó que esto es completamente normal. Como anillamos al final de la temporada reproductora para minimizar las molestias a las aves, los ejemplares más fuertes ya han abandonado sus nidos. Los que quedan son, en su mayoría, crías de padres primerizos o menos experimentados, y muchas veces estos polluelos se ven afectados por parásitos.



Persona anilla pata de un ave con alicate rojo.


Este año, además, ha sido especialmente llamativo por lo que José describió como una “explosión reproductora” en algunas zonas del Mediterráneo. Durante los años de sequía, la reproducción disminuye considerablemente. Sin embargo, en años húmedos como este, la actividad reproductiva puede multiplicarse hasta por cien. Son ciclos naturales que se han dado históricamente. Aunque es evidente que el cambio climático existe, en este enclave aún no se cuenta con datos suficientes para evaluar con claridad su impacto. El seguimiento comenzó en los años 60, y los efectos más visibles del cambio climático se han detectado en zonas como Sierra Nevada, donde la diferencia entre años secos y húmedos es ahora mucho más marcada.



Un ave marrón moteada está de pie sobre un terreno rocoso junto a un charco.
Martinete

Durante una visita anterior para observar aves en Mesas de Asta recordaba haber visto el agua mucho más alta. José explicó que el nivel del agua se regula mediante compuertas. En el pasado aquí llegaba el agua sucia de la industria azucarera. Tras el abandono del sitio, en el enclave se inició un proceso de restauración que ha transformado las antiguas lagunas artificiales en un ecosistema con una notable riqueza faunística. Hoy en día, estas lagunas se alimentan únicamente de agua de lluvia y están conectadas con otros humedales cercanos, formando un sistema interdependiente y vital para muchas especies.


Espátulas volando sobre un campo dorado con colinas verdes al fondo.
Espátulas durante la hora dorada


La captura de las aves se realizó con cuidado y eficiencia. Localizamos a los juveniles reunidos en grupo, flotando en aguas someras o descansando en las pequeñas islas del humedal. Los guiamos hasta la zona donde habíamos preparado unos corrales, y allí capturamos tantos como fue posible para proceder con el anillamiento.




Dos personas instalan una red en un terreno lodoso junto a una laguna.
Las redes se instalan en pocos minutos


Tres personas caminan en un lago poco profundo con aves acuáticas.


Personas observan aves en un lago poco profundo, cielo nublado. Paisaje rural al fondo.



Cinco personas caminan en agua poco profunda entre aves, en un paisaje natural.


Cuatro personas cruzan un lago poco profundo en un entorno natural con colinas al fondo.


Hombre parado en agua poco profunda, rodeado de aves pequeñas.


Tres personas caminan en una laguna poco profunda, cerca de una red elevada.
Fue relativamente fácil guiar los pájaros hacia las redes

Gaviotas atrapadas en una red.



Lo que más me sorprendió fue la tranquilidad de las aves durante todo el proceso. Para la mayoría de ellas era la primera vez que veían a un ser humano… pero sin duda no será la última.



Manos acarician gaviotas jóvenes sobre suelo agrietado.
Gaviotas juveniles esperando pacientemente a ser anilladas

Pata de ave con anilla roja, sostenida por mano.


Hombre observando aves volando bajo sobre una laguna.
Las aves se liberan lo más rápido posible


Mujer sonriente en camiseta azul sostiene varios polluelos en un campo seco.



Mujer sonriente con dos aves en brazos. Fondo de humedal y cielo nublado.



Hombre con camiseta de camuflaje sostiene dos aves en un paisaje natural con humedales.



Dos personas sonrientes sostienen aves en un paisaje natural.

2 comentarios


Miembro desconocido
17 jul

Siempre es una gozada leerte, con esa sensibilidad. No pude ir por motivos laborales y conseguiste trasladarme a la actividad. Muero de amor con la foto del polluelo de pagaza.

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Miembro desconocido
19 jul
Contestando a

Muchas gracias. Fue una muy buena experiencia. Pues te apuntas a la siguiente actividad 🦆

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