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Romper las reglas por las aves: una tarde de finales de verano en las marismas de Marambay

El viaje de observación de aves de hoy me llevó a San Fernando, donde seguí el sendero Marambay, un paseo corto y fácil al final de la tarde. Aparqué junto a un club náutico y continué a pie hasta un restaurante con vistas a la bahía. Tuve que encontrar mi camino a través de una valla metálica caída, donde comenzaba el sendero. Después de unos quinientos metros había un cartel que decía que el sendero ahora está cerrado al público. El camino de madera que conduce a una pequeña torre de observación está en malas condiciones, por lo que hay que tener cuidado. Pero a menos que vayas un día lluvioso, no debería haber ningún problema.




Camino de madera con el mar y una torre al fondo
Ten cuidado al caminar por este sendero de madera

Este es definitivamente un buen lugar si buscas zarapitos trinadores. También vi bastantes chorlitos grises y vuelvepiedras.




Zarapito trinador
Zarapito trinador


Zarapito trinador



Zarapito trinador



Zarapito trinador en vuelo




Vuelvepiedras en la orilla
Vuelvepiedras

Una pareja de vuelvepiedras me permitió acercarme bastante para retratarlos. Lamentablemente, el sol no estaba en la posición perfecta para tomar la foto que tenía en mente.




Pareja de vuelvepiedras
Pareja de vuelvepiedras



Marismas con una torre al fondo




Chorlitejo grande
Chorlitejo grande


Chorlito gris
Chorlito gris


Collalba gris
Collalba gris, observada al comienzo del recorrido


Collalba gris


Hacia el final del recorrido, pude observar más especies de aves, como cigüeñas, garzas reales y ánades reales. A lo lejos, también pude observar grandes grupos de flamencos comunes y espátulas.




Flamencos comunes
Flamencos comunes


Cigüeña blanca
Cigüeña blanca


Cigüeña blanca despegando



Cigüeña blanca




Tres correlimos comunes volando bajo sobre el agua
Tres correlimos comunes volando sobre el agua

El sol se estaba poniendo rápidamente, por lo que no tuve tiempo de caminar hasta el final del sendero. Calculo que faltaba casi un kilómetro, pero estoy bastante seguro de que no había especies diferentes para ver.




Palomas torcaces en un árbol contra un cielo naranja durante la puesta de sol
Reunión de palomas torcaces al atardecer

Una de las desventajas de visitar las marismas por la noche es la presencia de enormes enjambres de mosquitos. Era inevitable que unas cuantas decenas de ellos me acompañaran en el coche y me dejaran varios recuerdos de mi visita en la espalda y en los hombros.




Cientos de mosquitos contra un cielo naranja
Una de las muchas nubes de mosquitos contra el cielo del atardecer



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