Siempre es una buena idea levantarse temprano para empezar a observar aves por la mañana. Bueno, no siempre. No cuando hay niebla y sopla un viento frío. Fui por segunda vez al sendero Tres Amigos en San Fernando, esperando que esta vez hubiera más agua en las salinas y por lo tanto más aves. Llegué antes de las 11 a.m. pero la visibilidad era terrible. Por suerte las cosas mejoraron con el paso de las horas.
No recuerdo haber visto tantas especies diferentes durante una sola observación de aves, así que al final el sufrimiento valió la pena. Sin embargo, creo que la mejor época para visitar este lugar debe ser a principios de primavera.


Para mi alivio, efectivamente había más agua que durante mi visita en abril de este año. Una ventaja del mal tiempo fue que estuve casi solo durante mi caminata, que duró más de cuatro horas. Estar solo en este caso significa sin ver a otras personas, ni a pájaros. ¡De esos había muchos! Casi dondequiera que miraras podías verlos.


Las salinas de Tres Amigos son un gran sitio si quieres ver aves limícolas y puedes acercarte bastante para fotografiarlas. Conté cientos de ellos mientras estaban buscando comida.




¡Esperaba ver un águila pescadora y tuve suerte! Otras aves rapaces que vi fueron el cernícalo y el aguilucho lagunero.

El aguilucho lagunero se estaba peleando con unas gaviotas, pero al final retrocedió.







Había muchas cigüeñuelas, hermosas pero tímidas limícolas. Tienen patas increíblemente grandes pero sus alas son tan pequeñas que uno se pregunta cómo logran mantenerse en el aire.




Es importante tener en cuenta que en realidad este camino no es circular. Si deseas hacerlo circular, puedes hacerlo caminando hasta la carretera y caminando unos 20 metros al costado de la carretera. Recuerda tener mucho cuidado aquí, ya que los coches vienen por detrás y te pasarán a sólo dos metros de distancia. Desafortunadamente, esta carretera casi siempre está bastante transitada.
También ten en cuenta que este sitio está al lado de una zona militar. Esta mañana hubo ejercicios de tiro de artillería y, aunque los pájaros parecen soportar bastante bien los fuertes golpes, a veces uno puede asustarse.
Había visto dos flamencos y me sorprendió un poco no ver más, pero veinte minutos después vi una pequeña bandada de unas treinta aves juntas.



En total observé 35 especies diferentes. ¡Espero con ansias la próxima visita en primavera!
Comentários