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Otoño en las Salinas de Santa María de Jesús, en Chiclana

  • hace 5 días
  • 3 Min. de lectura

Hay lugares para pajarear que siempre parecen nuevos, por muchas veces que vuelvas. Las Salinas de Santa María de Jesús, en Chiclana de la Frontera, son uno de ellos. Ya había estado en estas salinas en varias ocasiones, pero esta visita de comienzos de otoño fue diferente a las anteriores. Lo que empezó como una salida vespertina sin muchas pretensiones se convirtió en una de las jornadas más productivas de los últimos meses. La variedad de aves era tan grande que regresar una semana después resultó casi inevitable: una oportunidad para recorrer el mismo paisaje y fijarme en detalles que habían pasado desapercibidos la primera vez.


Paisaje costero con vegetación y laguna bajo cielo azul.


La primera visita fue sorprendente, pero la segunda lo fue aún más, con más de cuarenta especies observadas en una sola jornada.


Garza real de pie entre arbustos verdosos, en un paisaje natural.
Garza real


Primera visita: una cálida tarde llena de actividad


Entre las aves que más llamaron mi atención estaban las lavanderas blancas, mi primer pechiazul de la temporada y una impresionante bandada de agujas colinegras repartida por las aguas someras. Debía de haber cientos de ellas, agrupadas muy cerca unas de otras, formando una gran bandada. Algunas se alimentaban, otras se acicalaban o descansaban, y el grupo mantenía un constante y suave movimiento .



Grupo de aves en el agua, con plumaje mayormente marrón.

Una de las aves destacó enseguida. Su plumaje pardorrojizo contrastaba claramente con los tonos grises del resto. Se trataba de una Limosa limosa islandica, la subespecie islandesa, notablemente distinta y uno de los mejores hallazgos del día.


Grupo de aves en aguas poco profundas. Ave marrón y moteada destaca.
Limosa limosa islandica

Aves acuáticas en un lago azul, destacando una con plumaje marrón moteado al frente.
... al lado de las demás agujas colinegras


Bandada de aves volando sobre arbustos verdes y un cielo azul claro.



Grupo de aves zancudas de color marrón claro en el agua.
Más agujas colinegras


Grupo de aves en un estanque rodeado de juncos. Flores amarillas en el frente.



Pájaro con pecho azul y marrón en suelo rocoso.
Mi primer pechiazul este año


Ibis tranquilos y charranes ruidosos


Mientras me arrastraba con cuidado por el barro para conseguir un mejor ángulo de las agujas colinegras, me di cuenta de que había un pequeño grupo de moritos cerca. Estaban a unos veinte metros, claramente conscientes de mi presencia, pero totalmente tranquilos. Su plumaje se veía principalmente marrón y mate, sin los brillos que a veces muestran con una luz más intensa.


Grupo de aves oscuras en un humedal con cañas doradas al fondo, algunas acicalándose.
Moritos


A lo lejos, entre las muchas gaviotas que descansaban sobre la arena, conté alrededor de una docena de pagazas piquirrojas. Permanecían en el suelo, mientras que en otra parte de la zona —sobre el río cercano— otros ejemplares de la misma especie llamaban y se zambullían en busca de peces. Su presencia aportaba un movimiento y un sonido constantes a la escena de la tarde. Cerré la jornada con una lista larga de especies y la impresión de que el lugar seguía guardando más sorpresas.



Tres aves con picos naranjas en la orilla arenosa de un cuerpo de agua.
Pagazas piquirrojas

Ave blanca y negra volando sobre agua azul, lleva un pez en el pico.



Ave blanca con pico rojo en vuelo, capturando un pez en el cielo azul.





Una semana más tarde: aún más aves


Las condiciones eran muy parecidas a las de la visita anterior, salvo por un ligero aumento del nivel del agua, probablemente debido a la marea entrante. Las bandadas de agujas colinegras seguían presentes, aunque repartidas entre varios estanques. No vi esta vez al ejemplar islandés, pero la variedad de especies seguía siendo extraordinaria.


Cigüeñas y aves grises en un estanque poco profundo.
Cigüeñas, garzas y gaviotas reunidas en las aguas someras, atraídas por la abundancia de alimento


Varias cigüeñas blancas pasaron sobrevolando la zona y, más tarde, encontré a muchas de ellas reunidas en las aguas someras junto a gaviotas y garzas. Era una escena muy típica de las salinas, con todas las especies compartiendo el mismo espacio sin molestarse entre sí: las cigüeñas avanzaban despacio por los bajíos, mientras gaviotas y garzas se movían tranquilamente entre ellas.



Cigüeñas volando en formación sobre un paisaje difuminado.



Tres cigüeñas blancas caminando en un terreno árido, rodeadas de vegetación seca.



Cigüeña blanca caminando sobre un camino con arbustos a su alrededor.


Otro de los momentos destacados fue la abundancia de gallinetas. Llegué a fotografiar ocho ejemplares en una sola toma, cada uno ocupado buscando alimento o persiguiendo a otro. En otra parte de las salinas, varios grupos de flamencos comunes permanecían tranquilos a lo lejos, alimentándose y descansando.



Varios gallinetas buscan comida en un lago reflejado.
Gallinetas

Flamencos en una laguna brillante, alimentándose.



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Flamencos rosados en lago poco profundo con cabezas tocándose.
Un encuentro cercano entre dos flamencos


Pájaro con plumaje azul y naranja sobre rocas verdes en un entorno acuático.
Vi al pechiazul en ambas visitas


También conseguí hacer buenas fotos de un bisbita alpino, una especie que no siempre resulta fácil de ver. El ave se alimentaba tranquilamente en el barro, cerca del lugar donde había observado al pechiazul antes. Permaneció a la vista el tiempo suficiente para seguir sus movimientos rápidos y precisos mientras picoteaba entre el barro.


Pájaro marrón caminando en un charco, rodeado de plumas y algas.
Bisbita alpino


Ave zancuda caminando por aguas poco profundas sobre un fondo azul y marrón.
Archibebe claro

Pato macho y hembra volando sobre un lago, alas extendidas.
Una pareja de ánades reales aterrizando en el estanque casi en sincronía

Dos aves rapaces volando en un cielo despejado azul.
Dos águilas pescadoras

Ave de pico curvo camina en terreno fangoso.
Zarapito trinador

Pájaro gris moteado sobre suelo fangoso con fondo de agua azul.
Chorlito gris

Pato de alas azules y verdes en vuelo sobre el agua.
Cuchara común


Pájaro de pecho anaranjado y cabeza negra posado en rama contra un fondo desenfocado azul y beige.
Tarabilla macho


Es increíble cómo se puede pasar tanto tiempo en un recorrido de apenas dos kilómetros. Las horas transcurren sin darse cuenta, observando el continuo ir y venir de las aves. Cada estanque ofrece una escena diferente y siempre hay algo nuevo que mirar. La variedad y la cantidad de especies hacen que la visita nunca se vuelva monótona.



Dos aves marrones caminan sobre tierra seca con fondo de agua borroso.
Cogujada común con un pardillo curioso al fondo


Aves zancudas de patas rosadas en el agua, en un entorno natural con orilla de fondo.
Cigüeñuelas


Vista aérea de un paisaje de marismas con estanques de agua bajo un cielo azul claro.


Entre las dos visitas registré casi cincuenta especies, desde limícolas y charranes hasta garzas y flamencos. Esa diversidad por sí sola explica por qué las Salinas de Santa María de Jesús siguen siendo una de las zonas de observación de aves más interesantes de Chiclana.



Gaviota de perfil con plumaje blanco y pardo.
Una gaviota con mucha personalidad







1 comentario


Miembro desconocido
hace 6 horas

Que fotos màs bonitas, las cigüeñas, el pato cuchara, el pechiazul, los flamencos... Es uno de mis rincones favoritos, lo tengo muy cerquita y siempre ves muchas cositas.

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